Por una parte, hacer ejercicio cardiovascular en ayunas se ha comentado durante años como una práctica habitual en el mundo de la competición culturista con el objetivo de maximizar la pérdida de grasa, acompañado de una muy estricta dieta. Recordemos que estas personas necesitan estar al menos por debajo de un 7% de grasa corporal para competir.
La razón por la cual este enfoque de entrenamiento particular es en cierta medida efectivo se refiere al agotamiento de glucógeno, la primera fuente de energía que almacena nuestro cuerpo. Al mantener el cuerpo drenado de glucosa, se ve obligado a quemar grasa o proteínas en su lugar.
EN AYUNAS, NO SIEMPRE ES TAN EFECTIVO.
En este estudio publicado en The American Journal of Physiology, se pudo ver que al cabo de más de 90 minutos de cardio al 50% del VO2 máximo, el cardio en ayunas presentaba beneficios frente al cardio con el estómago lleno. 90 minutos de ejercicio es mucho tiempo, y no todo el mundo puede permitirse ir a caminar rápido durante una hora y media todos los días.
La realidad es que practicar el ejercicio cardiovascular en ayunas no presenta grandes beneficios en comparación con el realizado después de las pesas o en cualquier otro momento del día, por lo que, si tu rutina simplemente no se ajusta a hacerlo, no tienes por qué, ya que quizá no consigas quemar más grasa corporal.
Daniel Fernández, Gerente de O2 fit Sede El Golf, nos comenta que “un desayuno antes de entrenar, debe ser liviano, puede ser un puñado de almendras y un vaso de jugo natural de naranja. Otra alternativa puede ser un plátano con un vaso de jugo de naranja o pomelo, usamos los cítricos para alcalinizar nuestro organismo.”