Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) nuestro país es uno de los que lamentablemente lidera los ranking de depresión y ansiedad dentro de América Latina. Algunos de los factores que de un modo u otro pueden ser potenciadores de este tipo de cuadros psicológicos son: la rutina, el estrés laboral, tensiones con familiares o con seres queridos, etc.
Todos estamos propensos a sufrir esta condición en algún momento de nuestras vidas en mayor o menor intensidad. Sin embargo, ¿hay algo que podamos hacer para sentirnos más felices? O al menos ¿podemos limitar la probabilidad de que nos sintamos tristes o deprimidos? La felicidad en sí no es un estado al que se pueda llegar de forma permanente, no se trata de estar en una lucha constante por “alcanzar la felicidad”, pero lo que sí podemos hacer es revisar lo que hacemos día a día, y evaluar cómo nuestros hábitos y acciones influyen a nuestro estado de ánimo.
Investigaciones recientes han sugerido una estrecha relación entre nuestra actividad física y el cómo nos sentimos. Así lo demostró uno de los estudios más famosos realizados por PhD en psiquiatría James Blumenthal, y que fue publicado por la
revista Journal of Biobehavioral Medicine.
El experimento reunió a un grupo de 156 adultos con casos leves y moderados de depresión de los cuales un primer grupo fue tratado exclusivamente con medicamentos antidepresivos. En tanto, un segundo grupo fue tratado con antidepresivos y rutinas de ejercicios de 45 minutos 3 veces por semana. Finalmente, un tercer grupo recibió terapia a base de solo entrenamiento físico moderado.
Cada paciente recibió tratamiento durante 16 semanas bajo la supervisión de los investigadores. Al final del experimento, los investigadores descubrieron que los tres grupos de trabajo arrojaron resultados completamente similares. Según afirmaron, tratar la depresión con ejercicio era tan efectivo como la medicación, y viceversa, al menos a corto plazo. Además, la combinación de los dos tratamientos arrojó la
misma tasa de éxito que uno u otro. Sin embargo la investigación continuó para conocer el progreso a largo plazo y los resultados fueron sorprendentes.
Después de otras 16 semanas de tratamiento, 83 pacientes (distribuidos uniformemente en los tres grupos) se declararon en remisión y libres de depresión. Los investigadores decidieron dejar que estos pacientes pasaran los próximos seis meses sin recibir seguimiento. Los pacientes tenían la libertad de continuar su tratamiento por sí mismos o probar algo completamente nuevo. Luego de 6 meses se comprobó que del grupo tratado solo con medicación, al menos un 38% de los pacientes recayó en la depresión. En tanto, el grupo que recibió tratamiento mixto, tuvo un 38% de casos de recaída, mientras que sorprendemente, el grupo tratado solo con entrenamiento contó con apenas un 8% de pacientes que recayeron en la
depresión.
Este fenómeno fue explicado por el doctor Blumenthal y su equipo, afirmando que “uno de los beneficios psicológicos positivos del ejercicio sistemático es el desarrollo de un sentido de dominio personal y autoestima positiva, que creemos que es probable que desempeñe algún papel en los efectos reductores de la depresión del ejercicio.” En otras palabras, el ejercicio confirma tu nueva identidad para ti mismo. Entrenar como forma de hábito puede cambiar la percepción sobre el tipo de persona que crees que eres y demuestra que puedes ser mejor.
Cuando se trata de superar la depresión a largo plazo, el ejercicio es más poderoso que la medicación. No es que el medicamento no funcione; lo hace. Pero el ejercicio hace algo que los medicamentos no hacen: construye una nueva identidad para ti. Cada vez que terminas un entrenamiento, cosechas los beneficios de un mayor sentido de confianza en tí mismo. El impacto acumulativo de estos pequeños logros es enorme.
Si estás luchando contra este tipo de cuadros psicológicos, o conoces a alguien que lo haga, no dudes en considerar darle espacio en tu mente a tu cuerpo. Elijas lo que elijas, elige ahora, comienza poco a poco y comienza a probarte a tí mismo que puedes convertirte en el tipo de persona que quieres ser. En O2 Fit siempre tendremos la disposición de acompañarte a superar tus metas personales ya que los hábitos, cuando se repiten de manera consistente, pueden ser la diferencia de éxito o fracaso, confianza o duda, e incluso felicidad o depresión.