Correr regularmente suele mejorar la salud, pero este deporte también tiene su lado negativo: las lesiones (rodilla del corredor, problemas en los pies, etc). Algunos movimientos o malos hábitos nos pueden jugar una mala pasada en más de una ocasión, pero es importante armarse de paciencia y recuperarse bien antes de retomar tu pasión. Aquí tienes tres consejos que te pueden ayudar en el proceso:
1. ENCUENTRA EL MOMENTO ADECUADO
¿Cómo empiezo a entrenar después de una lesión? Después de recibir el alta médica. Realizar el reintegro deportivo en forma gradual y asesorado necesariamente por un profesor de educación física especializado en running. Quien valorará tu movilidad, fuerza y compensación muscular. Los ejercicios propioceptivos y funcionales harán que adquieras mayor seguridad en tus movimientos, y puedas volver a correr con un patrón de marcha más fluido.
Empezar demasiado pronto puede echar a perder tus esfuerzos por recuperarte.
2. FÍJATE UN PLAN ACORDE A TUS CAPACIDADES
Déjate guiar por un equipo interdisciplinario de expertos: un doctor, un nutricionista o incluso un entrenador personal pueden tener distintos puntos de vista y es recomendable que sigas las pautas que te indican en conjunto para ir por el buen camino.
Es importante en el desarrollo de tu plan, tengas objetivos a mediano y largo plazo, y evaluando la consecución de las metas y marcas. Esto adquiere importancia ya que pueden modificar y flexibilizar el objetivo final.
Dentro de tu plan, deben establecerse evaluaciones que te indiquen que estás asimilando las cargas de trabajo y que los objetivos son alcanzables y acorde a tus capacidades.
3. TEN PACIENCIA Y CREE EN TUS OBJETIVOS
¿Has decidido empezar de nuevo con el running?
Es muy importante que tu coach, pueda llevar la planificación y personalizar las cargas de trabajo en términos de cantidad y calidad. La importancia de esto, es que pueda modificar esto según la adaptación alcanzada y valorar el estímulo adecuado según el período en que te encuentres.
La ansiedad por retomar los ritmos y velocidades pueden llevarte a recaer en la lesión o generar un retraso en la planificación, por eso es importante respetar los diferentes ritmos de cada entrenamiento.